11 diciembre 2024

Un bosque urbano, otro parque Gulliver y una ‘playa’ para la desembocadura del río en València

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Las simulaciones virtuales siempre son vistosas y gustan; más a pocos meses de las elecciones. Este jueves el alcalde de València, Joan Ribó, y la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, han presentado unas cuantas que permiten vislumbrar cómo puede llegar a ser en un futuro el Parc de la Desembocadura para conectar el jardín del Túria con el mar.

Ribó y Gómez han dado a conocer el proyecto ganador de esta emblemática actuación que ambos han coincidido en calificar como “histórica” y que viene a saldar una “deuda” con el Natzaret y los barrios del Grau. El proyecto ganador (Con)fluir, elegido por unanimidad por los 12 miembros del jurado, tiene como objetivo renaturalizar el espacio así como repararlo desde el punto de vista ecológico, urbano y social, ha explicado el alcalde. Se trata de una zona con una superficie de 245.600 metros cuadrados, entre el puente de L’Assut de l’Or hasta Natzaret.

Así, la iniciativa plantea un bosque urbano al estilo del que existe en el parque de la Rambleta, espacios de uso ciudadano, así como una zona de juegos a gran escala que recreará el naufragio de Gulliver donde se quiere instalar un barco gigante que dé continuidad a un relato en el jardín del río. El navío estaría a pocos metros del mar y unos kilómetros más allá el cuerpo de Gulliver en el que niños y no tan niños juegan, escalan y hacen equilibrios.

Para conocer las concreciones del proyecto, ha apuntado Gómez, habrá que esperar a la redacción final del proyecto que se espera tener aprobado en poco más de un año. Eso sí, tanto el alcalde como la vicealcaldesa se comprometieron a acelerar al máximo los plazos dada la importancia de una obra que en su primera fase tiene un presupuesto de 16,7 millones de euros (cerca de 35 millones es el global de la actuación).

También quedó claro que la conexión al mar no está incluida en este proyecto: “llega hasta la frontera”, ha subrayado Ribó.

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El proyecto no conecta con el mar y tampoco está claro si la playa artificial será navegable;

A falta de concretarse en el proyecto, tampoco está claro el uso que se podrá hacer de esa lámina de agua que se ha pensado para emular la antigua playa de Natzaret. Ribó y Gómez han vuelto a coincidir que no será una zona apta para el baño, pero no se ha descartado que la zona pueda ser navegable como ya sucede en el lago de la Ciudad de las Artes y las Ciencias o en el Parque de Cabecera.

“El parque dignificará Natzaret y el Grau, dos barrios demasiado castigados por el desarrollo industrial y de infraestructuras de espaldas a la ciudadanía”, ha manifestado Ribó. “La idea es clara”, ha remarcado, “más verde y más agua en contraposición a las infraestructuras de cemento”, en una clara crítica al proyecto presentado por el PP para la misma zona.

Por su parte, Gómez ha enfatizado que el objetivo del proyecto “es confluir el este y el oeste, y el norte y el sur, poniendo en el centro a Natzaret, un barrio que históricamente ha estado en una marginal de la ciudad, en una zona completamente absorbida por el impacto de la infraestructura portuaria, dividido y separado literalmente en el ámbito de la movilidad y la conexión con València”. La vicelalcaldesa también ha puesto en valor la renaturalización de la zona y ha destacado que se han tenido en cuenta las sugerencias de los vecinos, como la propuesta del barco de Gulliver realizada por los alumnos del colegio de Natzaret.

La renaturalización, han destacado en una rueda de prensa conjunta, debe servir para hacer una barrera natural que reduzca el impacto acústico y visual que genera el recinto portuario. La colaboración del Puerto ha sido destacada por el propio alcalde, que ha recordado que la Autoridad Portuaria aportará el 75% del coste de la primera fase.